Nuestro Cerro de la Silla

Monterrey, ciudad capital del estado de Nuevo León, tercer ciudad en tamaño dentro de México, conocida como la sultana del norte o ciudad de las montañas hogar de nuestro valorado Cerro de la Silla, designado como área protegida desde los años 90’s, es sello de la ciudad de Monterrey, ubicado al sureste de la ciudad formando parte de la Sierra Madre Oriental que justamente es el comienzo de una de las zonas montañosas más prolongadas, fotografiado por miles de turistas y usado como imagen de innumerables postales, el Cerro de la silla estático y verde nos deleita día a día a los regiomontanos.

Nombrado de esa forma por Don Alberto Do Canto desde el siglo XVI asimilando su forma con la silla de un caballo, desde entonces este imponente cerro ha sido llamado así, anteriormente casa de la tribu llamada “Los rayados” por las líneas que trazaban a lo largo de su cuerpo, testigo de etapas de batalla y diferentes hechos históricos, pasando a través de los tiempos a ser un monumento nacional mundialmente conocido.

Albergando matorrales, bosques y pastizales el cerro de la silla es la puerta e inicio de  una cordillera alta y verde que recorre el lado oriente del país,  actualmente usado por los locales como punto recreativo y de recorridos deportivos, cuenta con cuatro picos: Antena, Norte, Sur y La silla; siendo el segundo el más alto con 1820m de altura;  La antena que se encuentra en él es una antena repetidora de señal de la compañía Televisa que en época de tormentas sirve como captadora de impactantes rayos,  además de ser el punto de alcance para los deportistas que se aventuran a escalarlo pues es el pico con más facilidad de acceso contrario al pico sur que por sus características requiere de equipo especial para alpinistas; Durante la segunda mitad del siglo XX un teleférico se construyó para servir de acceso al cerro para recreación pública, pero el día de su inauguración fue también el de su clausura, ya que un trágico accidente resultó en la muerte de cuatro personas, entre ellos el Ing. Jesús Fernández y el Ing. Alberto Roccatti.

Ha sido inspiración para corridos y música tradicional norteña de los grupos de la región como  Los Cadetes de Linares, Antonio Tanguma, polcas e incluso frases coloquiales, se dice que "Cuando el Cerro de la Silla tiene sombrero, es porque ahí viene el aguacero" entre esta y muchas cosas más este hermoso monumento natural representa nuestro orgullo y tradiciones.