martes, 10 de septiembre de 2013

3 lugares que dicen mucho de Nuevo León

Caluroso... rico... extraño y colorido.

Así comenzó nuestro tercer viajecito por Nuevo León. ¿A dónde nos dirigimos esta vez? Al principio; el día estaba destinado a pequeñas compras de dulces típicos, antojitos y a dar una vuelta sencilla por Los Cavazos, Nuevo León. Así comenzó el viaje, pero terminamos pasando debajo de la Cueva de los Murciélagos, y a la orilla de La Presa de La Boca, viendo los Cerros verdes de fondo, patos conviviendo entre la multitud y muchos... muchos autos.

Sí, ahí comenzó nuestro recorrido, a la orilla de la carretera, donde el gran tianguis  "Los Cavazos" se parte en 2 por una amplia carretera. Cada lado del mercadito se une gracias a los puentes peatonales... ¡No hay otra forma de cruzar de lado a lado!
Toda clase de dulces típicos están aquí, hasta los más modernos. Desde Pan de elote, glorias, "elotes", mangonadas, empanadas de cajeta, conservas, pan de horno de leña, etc. ¡Lo que se le antoje!
Los Cavazos, siendo un paradero familiar para degustar buffettes de carne asada desde $40, saciar antojos y darse la vuelta, también resulta interesante por su oferta de muebles de madera económicos, artesanías para decorar la casa, e incluso... ¡Cachorros! desde "Chihuahueños" hasta "Gran Danés".

Si busca un chequeo rápido de la "antojería" de Nuevo León, ver algunas artesanías (a veces no tan típicas), caminar bastante y comer carne asada hasta saciarse: ¡Debe ir a Los Cavazos!




Nuestra siguiente parada fue un poco inesperada. Dimos un vistazo a "La Cueva de los Murciélagos" que de verdad es un impresionante atractivo natural.
Parece una gran ventana rectangular infinita a 30 mts de altura... o al menos así luce desde abajo. Rodeada de espesa vegetación y un riachuelo que pasa por uno de sus costados. Esta cueva antes podía ser visitada, pero dicen que después de descubrir que la Cueva era un centro codiciado por los enamorados, decidieron cerrarla al público. Me pareció una sabia idea.

 




Ya para finalizar nuestro recorrido, entramos de manera express a La Presa de La Boca. He de decir que, nuestro recorrido de la Cueva hacia la Presa fue precioso... un lago enorme y ligeramente azul se podía ver entre curva y curva.
Por una módica cantidad de $15 que se queda el DIF de Nuevo León, te dejan entrar a la Presa en auto, literalmente hasta la orilla. Una hermosa vista, con cerros verdes de fondo, hacen que uno sienta diminuto. Tomar cocteles, comer mariscos y carne asada, pasear a caballo, en bote, en acuamoto, hacer canotaje y pasear sobre los grandes catamaranes, son algunas de las cosas que puede realizar mientras disfruta de la preciosa vista. 


Y... aquí fue donde comencé a notar algunos aspectos que no me agradaron.
Todo comenzó con las decenas de autos estacionados en donde antes solía estar una parte de la Presa, ahora esa parte está seca. Luego, conforme nos acercamos a la orilla, pude ver algunos patos, caminando de un lado a otro, sin perturbarse por la presencia de los humanos. De paso a paso, me dí cuenta lo contaminada que estaba la presa. Sin duda, los catamaranes tienen mucho que ver con eso, pero aún más los cientos de turistas que van a diario, dejan su basura, y nadie dice o hace nada.
Hoy en día, esta colosal creación del hombre, se ha convertido en un gran ecosistema gravemente contaminado. Valdría la pena prestarle más atención, cuidarlo, y darle un enfoque de turismo sustentable, con el que los seres que habitan la presa y  más personas (a parte de los dueños de los bares, restaurantes y marisquerías) podrían salir beneficiados.

Estos 3 lugares te dejarán con La Boca abierta. A solo 15 o 20 minutos en auto desde la Ciudad de Monterrey, podrán encontrar estas recopilaciones de tesoros gastronómicos, culturales y naturales impresionantes.



Eugenia E. R. M.




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