Frío y rápido

¡Hola turistas!

Saludándolos desde el municipio de Hidalgo, dándole comienzo al proyecto, y como todo inicio requiere planeación y exploración, "Proyecto Hidalgo" se ha puesto en marcha.

El primero de los pasos fue conocer a las autoridades del lugar que amablemente nos recibieron, seguido a eso y arrancando clases hemos solicitado permiso del municipio para poder trabajar en el lugar y tener acceso a información y demás. La carta respuesta a nuestra solicitud sigue en proceso y esperamos este lista lo antes posible para poder continuar con las labores.

Miércoles 30 de Enero, Monterrey y su área metropolitana amanecen a 1° C, las casas frías, los coches con cubiertas de hielo, los árboles escarchados y el cielo totalmente grisáceo, la cita con el señor alcalde estaba programada para las 11:00 am, transitando por la carretera a Colombia, despejada y con una visión totalmente clara, el termómetro marcaba cero grados, pero dentro del coche y viendo los ligeros rayos de sol no parecía ser así. Justo pasando a la entrada de Mina en ambos lados se divisa una cama de árboles y mezquites, todos ellos cubiertos en hielo, a lo lejos se veía el brillo cual plástico, y aquellos que estaban cerca y sin hojas lucían como un perfecto adorno navideño, con tantas gotas que no alcanzaron a tocar suelo por la temperatura congeladora.

Llegamos mi señora madre y yo a la plaza principal, buscando rápidamente refugio en la presidencia municipal, pues el frío y el aire era abrumador, ni el alcalde ni la directora de turismo se encontraban en el lugar, buscando opciones inmediatas, debimos dejar los oficios y esperar nuestro pedimento sea resuelto lo antes posible dando gracias a la secretaria de ayuntamiento.

Estando ahí ¿Por qué desperdiciar la oportunidad?, nos dirigimos nuevamente al bello Potrero chico, curiosamente se sintió más cálido estando ahí, pues el sol ya hacía de las suyas y comenzaba a fundir el agua. Saludamos a los turistas que valientemente estaban a unos cincuenta metros de altura y otros apenas arribaban con su equipo de escalada.

Por cuestiones de tiempo la visita fue sumamente rápida, y llegando a la urbe fue como sentir un instante de verano, solo de recordar los vientos de aquel pueblo.